CHARLES BLAKE

Para soñadores que como yo, plasman sus pensamientos sobre un papel en blanco.

domingo, 18 de noviembre de 2012

VER MÁS ALLÁ DE LOS SENTIDOS







Hoy es un día triste y gris en mi hermosa ciudad de Málaga. Quizá no sea de las ciudades que quitan la respiración para cualquier visitante que no la conozca, pero si es cierto que tiene algo que la hace "diferente" a las demás. Evidentemente, lo digo desde mi propia percepción y no por opiniones externas. Málaga es la ciudad de la luz, la de los días suaves, la que te hace llegar con ligeras bocanadas de aire fresco y limpio la salada brisa del mar. Digo todo esto porque, desde mi habitación, me he puesto a pensar en el mágico mundo de las sensaciones. Sí, esas que nos hacen percibir la realidad de una manera íntima con nuestro yo, las que convierten una situación o experiencia de una forma diferente para cada persona que las viva.
Cualquier diccionario o enciclopeda nos habla de que los seres vivos, incluidos los seres humanos, recibimos información a través de los sentidos y de acuerdo con ella, elaboramos una respuesta. De esta forma nos relacionamos con el exterior. Sin ir más lejos, ya Aristóteles nos recordaba en un viejo adagio que "nada hay en nuestra mente que no haya estado antes en los sentidos". Es una frase que siempre me ha hecho pensar.
Vivimos en una sociedad de prisas, responsabilidades, compromisos y ansiedades. Una sociedad que nos exige el bien de la colectividad por encima de la individualidad. Algo por otra parte muy contradictorio, puesto que siempre he pensado que si sabemos vivir en paz con nuestra individualidad, podríamos aportar mucho más al colectivo de semejantes. Pero no deseo entrar en ese debate, hoy no.
Me quedo con que la naturaleza nos hizo para disfrutar de ese mundo sensorial que nos rodea y que en muchas ocasiones lo dejamos pasar como algo sin importancia, algo que simplemente está ahí. Descartes ya nos dio pistas en su teoría del conocimiento al decirnos que muchas veces los sentidos pueden engañarnos; incluso añadía que era un proceso que debía ir más allá de una mera captación sensorial. ¡Y bien que es es cierto!. Es un proceso de interpretación de la realidad, un proceso valorativo donde cada ser da la importancia que crea conveniente en cualquier momento de su vida. 
Yo me identifico completamente con dicho pensamiento y de hecho, pienso en ocasiones, que todo artista, ya sea pintor, escultor, escritor, poeta, músico... aprende a explorar dichas sensaciones de una forma más plena que los demás mortales. ¿Y por qué? Simplemente porque buscan más allá de la realidad que les envuelve. ¿Acaso no disfrutamos nosotros al ver un campo lleno de margaritas o un tibio amanecer desde las montañas? ¡Claro que sí! Pero nuestra mente da prioridades a cualquier otro pensamiento que al de detenernos a disfrutar de lo que la vida nos ofrece.
Por esta razón, cuando estoy triste, agobiado, saturado de mil preocupaciones... me dejo llevar por bellas imágenes que me evocan momentos dulces; o me esfuerzo por recordar hermosas canciones que se vinculan a cada etapa de mi vida, o si acaso, dejo que mi mente recuerde olores que solo yo guardo en mi memoria.
En fin, hoy es uno de esos días en que suelo refugiarme entre libros, entre los míos, o plantar mil garabatos sobre un papel sin tinta dejando que mis pensamientos me lleven a sensaciones agradables de recordar.
No sé vosotros/as, pero si tuviera que decidir entre mis recuerdos relacionados con los sentidos, me quedaría con  el tacto de los pies sobre la arena, la humedad del amanecer sobre las hojas de un campo verde, el dulce olor a tarta de manzana que nos hacía mi madre, el silencio de un valle, el sonido de las olas sobre las rocas, la colonia de mi hijo pequeño recién echada sobre su piel, la sonrisa de mi hija cuando se siente feliz, mis dialogos con la luna, el tacto de mi mano sobre las piedras de una antigua catedral, un cielo anaranjado donde el sol se despide, un paseo bajo la lluvia, las fragancias de jazmín en flor, las caricias desinteresadas de mi perrita ....
Hay tantas cosas que hacen de nuestra vida algo tan especial... 
¿Y vosotros? ¿Qué sensaciones guardais entre los más felices recuerdos de vuestra existencia?. Decidlos en voz alta, escribidlos sobre papel, leedlos pausadamente disfrutando cada una de sus palabras cuando creáis que nada tiene "sentido".

Con todo cariño: 
                         Charles Blake




 

4 comentarios:

  1. Me encanta tu manera de escribir es tan sincero y a la vez tan... uf no encuentro palabras. Ya me he hecho seguidora.Besos

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  2. Me quedo con el sonido de los pájaros en las tardes azules de "casi" verano. Me quedo con la sonrisa de mi madre y el tacto de sus manos "ya mayores", débiles pero fuertes al mismo tiempo. Me quedo con el olor a azahar que impregna las calles de mi antiguo barrio... Me quedo con tantas cosas, por suerte ;)

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  3. Bonitas evocaciones en un artículo lleno de poesía y sensibilidad. Me gusta lo de "la colonia de mi hijo pequeño recién echada sobre su piel..."
    Y por cierto, a mí me encanta Málaga ¿eh?
    Un abrazo

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  4. Yo, como casi todas las mujeres, me quedo con la imagen de mi hija recién nacida, con la mirada de mi marido hacia las dos en ese momento,con la preciosa niñez que me dieron mis abuelos,con la maravillosa estampa de toda mi familia reunida en Navidad,y por supuesto con el tacto, el tacto de la persona amada, tanto en los momentos de mayor explosión de alegría, como en los mas débiles, ya que sin el no soy nada.

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