CHARLES BLAKE

Para soñadores que como yo, plasman sus pensamientos sobre un papel en blanco.

viernes, 2 de noviembre de 2012

SIEMPRE NERUDA




Los poemas son como el buen vino. Deben saborearse a pequeños sorbos, dejando que los matices de color, fragancia y sabor, penetren muy pausadamente en nuestra alma.
Los poemas se convierten es bellas obras de arquitectura. Cada verso, cada palabra utilizada... tienen su razón de ser formando una melodía sublime que asciende hasta las nubes. Cuando decidí crear este rincón dentro de mi blogg, lo hice con la intención de ofreceros el mejor néctar al paladar, ofreceros la posibilidad de descubrir otro mundo paralelo al relato, pero no falto de sublime belleza. Como no podía ser de otra forma, abriré mi "Poemario" con una de mis debilidades... un arquitecto de las palabras.... un poeta con mayúsculas: Pablo Neruda.
Cualquier obra suya tendría lugar en mi humilde rincón cibernético, pero en esta ocasión elegiré uno en especial para la ocasión. Espero sinceramente que os guste:

"Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.

Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.

Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de pájaro y el corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.
Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos, ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.

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