Considerado junto a Miguel de Cervantes como uno de los escritores más universales de todos los tiempos, la vida y obra de este genial autor se encuentra plagada de curiosidades y anécdotas. La primera y más curiosa en mi opinión, resulta ser que fallece en las mismas fechas que su "colega" español pero en diferente día, es decir, un triste 23 de abril de 1616. ¿Qué cómo es eso posible? Veréis... La España católica de aquel lejano siglo, se regía por el calendario gregoriano mientras que la Inglaterra de la Reina Isabel I, se fijaba en el calendario Juliano. Aún siendo coincidentes, se cree que murió unos diez días posteriores al fallecimiento de Cervantes. Casualidad o destino, no lo es menos que murió el mismo día en que nació. Sin estar certificado al cien por cien, son muchos autores e historiadores los que defienden que si su bautismo fue el 26 de abril, hay indicios suficientes para tal afirmación.
Por otra parte, la autoría de sus obras es otro tema de gran actualidad. Son muchas las voces que hablan de la imposibilidad de que un muchacho de origen humilde tuviera acceso a una formación tan versada en historia y sociedad.
El caso es que el genial dramaturgo y poeta inglés nos dejó obras que pasarían a la historia como:
- Romeo y Julieta (1595)
- Julio César (1599)
- Hamlet (1601)
- La comedia de las equivocaciones (1591)
- Los dos hidalgos de Verona (1591-1592)
- Trabajos de amor perdidos (también traducida como Penas de amor perdidas) (1592)
- El sueño de una noche de verano (1595-1596)
- El mercader de Venecia (1596-1597)
- Mucho ruido y pocas nueces (también traducida como Mucho ruido para nada) (1598)
- etc.
Actualmente, cada cuatro horas, se representa una función teatral en cualquier parte del mundo con obras de Shakespeare.
Era un genio sí o sí. Buen artículo.
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