CHARLES BLAKE

Para soñadores que como yo, plasman sus pensamientos sobre un papel en blanco.

lunes, 3 de diciembre de 2012

ESTA BOCA ES MÍA




A veces pienso la importancia de nuestras palabras. Cuando abrimos la boca para decir algo, solemos regirnos por dos variables, cada cual más importante: la razón o las emociones. Es indiferente cuál de ellas utilicemos. Lo verdaderamente importante será el cómo las utilicemos. Usadas peligrosamente, pueden convertirse en un despiadado puñal, capaz de desgarrar las entrañas de quien las oye. Pronunciadas con el corazón, son capaces de llegar al alma del que las comparte.
Por otro lado, podemos decir “verdades” que dañan en lo más profundo del ser;  o mentir "dulcemente" para mitigar el dolor de a quién van dirigidas.
Winston Churchill dijo una vez: “A menudo me he tenido que comer mis palabras y he descubierto que eran una dieta equilibrada”. Esta frase real como la vida misma, reivindica mis pensamientos. ¿Realmente somos libres de nuestras palabras? La sociedad, los amigos, nuestros seres queridos, incluso los enemigos,… ninguno está libre de lo que dejemos salir de nuestros labios.
Razones, pasión, ternura, amabilidad, educación, ira, conciencia, envidia y un largo etcétera. Palabras salidas del alma que a veces no son medidas como debieran. Palabras que en otras ocasiones, son capaces de hacer vibrar no solo nuestro corazón sino el de los demás. La cuestión es que escogidas al azar o pensadas de antemano, producen un efecto boomerang de consecuencias inimaginables. Los seres humanos fuimos capaz de crear un lenguaje capaz de comunicar cualquier estado de ánimo o de dar la información necesaria para ser entendidos. No quiere esto decir que los animales no tengan sus propios códigos de comunicación (que los tienen). Pero si tenemos el don de la palabra, tal vez, solo tal vez, debiéramos medir las consecuencias de lo que decimos. ¿Difícil? ¡Como todo en esta vida! Pero acaso hemos pensado alguna vez ¿qué preferimos oír?: buena música, palabras bellas de amor, la voz de un niño, la amistad de un amigo, la verdad de una madre…
En fin, la libertad empieza en uno mismo y termina donde empieza la del otro. Que cada uno "mida" sus palabras según su conciencia. Pero recordad:  "No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras".


CHARLES BLAKE

5 comentarios:

  1. Las palabras pueden hacer tanto daño como los silencios, hay palabras que se sienten como un cuchillo en el pecho, pero en cambio, otras palabras se reciben entre caricias y abrazos, pero cuando las palabras ofenden hacen tanto daño que por eso es importante medirlas antes de decirlas.

    Interesante tu entrada.

    Un beso.

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  2. Debajo de cada palabra se esconde otra palabra más. Quizás sea el receptor el que da sentido a tus palabras. Por eso es bueno elegir al intérprete adecuado.
    Churchill, tan británico, tiene el don de hacer fuerte cualquier debilidad.

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  3. hola me agradaría saber si esta boca pertenece a la persona que escribió esto, el porque es que tengo un amigo cariñoso del ciber y me la mando diciendo que es su boca me puedes responder para saber la verdad gracias de antemano

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  4. hola me agradaría saber si esta boca pertenece a la persona que escribió esto, el porque es que tengo un amigo cariñoso del ciber y me la mando diciendo que es su boca me puedes responder para saber la verdad gracias de antemano

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    Respuestas
    1. Estimada Ana, la fotografía no es de éste quien te escribe. Tan solo la saqué de internet para ilustrar el texto que la acompaña. Siento la tardanza por la respuesta y espero que haya podido ayudarte. Un saludo.

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