CHARLES BLAKE

Para soñadores que como yo, plasman sus pensamientos sobre un papel en blanco.

domingo, 28 de abril de 2013

BÓVEDAS DE ACERO

Pido encarecidas disculpas a aquellos/as que gustáis de visitar mis páginas por la tardanza en publicar nuevas entradas, pero las obligaciones en el trabajo (algo privilegiado para muchos hoy día en mi país), la familia, una efervescente fase creativa en mis escritos, así como las lecturas pendientes de varios libros, me han impedido cumplir como debiera.
No por ello y basándome en esta última cuestión, aprovecharé la ocasión de presentaros a un autor del que hacía tiempo debí hacer mención. Hoy mismo, he terminado de leer "Bóvedas de acero", una novela policíaca obra de un autor consagrado como es Isaac Asimov.
Para aquellos que sólo hayáis escuchado su nombre de pasada y no hayáis tenido la oportunidad de conocer su extensa obra, os diré que hablamos de uno de los grandes maestros de la literatura de Ciencia Ficción. Resulta evidente que estamos hablando de un género no del gusto de muchos lectores, pero es obligado decir como defensa de este escritor de origen soviético pero criado en EEUU, que su espectro literario  no se limita a la ciencia-ficción, siendo quizá uno de los divulgadores científicos más amenos que se puedan leer y su INTRODUCCION A LA CIENCIA uno de los volúmenes más recomendables para adquirir una mínima pátina al respecto. De hecho y como curiosidad al respecto, es de los pocos auores que pueden presumir de haber publicado en 9 de las diez categorías de la famosa clasificación Decimal de Dewey  (método de clasificación de bibliotecas creado por Melvil Dewey), como son: Religión-Teología, Ciencias sociales o Políticas, Lenguaje y Lingüística, Ciencias puras, Ciencias aplicadas, Bellas artes, juegos y desportes, Literatura y Geografía e Historia.
Estamos sin duda ante un escritor polifacético y de gran nivel académico muy similar a los personajes del Renacimiento. Bioquímico e investigador, empezó a escribir novelas de ciencia ficción a la corta edad de nueve años. Humanista convencido, escribió sus primeras novelas estudiando las consecuencias de una futura evolución tecnológica donde la robótica ocuparía un papel primordial en las vidas de los humanos.
Son famosas las tres leyes de robótica creadas por éste y que aparecen en casi todos sus libros:
  1. Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1ª Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la 1ª o la 2ª Ley.
Cuando leí su novela, Bóvedas de Acero, descubrí que el autor nos describe una Tierra muy cambiada a la que nos imaginamos (Siglo 47). Los habitantes del planeta Tierra viven en unas urbes llamadas Ciudades (nada que ver con las ciudades que tenemos actualmente) y estas, a su vez, están cubiertas por una bóveda que las protege de lo que denominan “el Exterior“. Por lo visto, esta bóveda protege a los humanos de los rayos solares y mantiene un clima constante, ya que se controla tanto la temperatura como la humedad. Existen planetas colonizados donde los "emigrados" conviven con máquinas de forma eficiente. Eso no quita que produzca cierto recelo entre una civilización terrestre masificada y preocupada por la optimización de los recursos naturales, que no ve con buenos ojos que ciertos robots asuman el trabajo de un hombre o que incluso estén creados casi a imagen y semejanza de los humanos (humanoides).
Me encantó la perspectiva de Asimov (muy frecuente en toda su obra) de comparar la inteligencia humana con otra artificial que en muchos casos pudiera incluso mejorarla creando vínculos a veces más allá de lo imaginable. Los prejuicios hacia los avances tecnólogicos, cuando nuestra sociedad se contradice una y otra vez al convivir  en constante evolución con la era de las comunicaciones, forman parte de un relato policiaco donde el protagonista, un policía de Nueva York, deberá esclarecer el caso con la inestimable ayuda de R. Daniel, un robot diseñado con caracteristicas increíblemente humanas que está creado para investigar las conductas racionales o irracionales de los terrestres.
Evidentemente, Eliah Baley, el detective, se encontrará con mil problemas para esclarecer el asesinato de un eminente científico, y deberá enfrentarse a sus miedos y temores, a su escala moral y a una forzdaa convivencia con respecto a una máquina que le provoca animadversión aún siendo designada como "compañera de trabajo". Los vínculos relacionales entre ellos, la evolución de la especie, los grupos clandestinos en contra de la robótica, los intereses creados por cargos de relevancia y las emociones que sugiere la trama en cada personaje, convierten a la novela en una obra ideal para aquellos que quieran iniciarse en el género de ciencia ficción.
Os dejo un pequeño fragmento de la obra:

Oyeron el zumbido creciente de los potentes generadores ocultos en el túnel
central de la planta. Notaron también la débil acritud del ozono en la atmósfera y la
amenaza sombría y silenciosa de las líneas rojas que señalaban los linderos allende los
cuales nadie podía aventurarse sin estar provisto de vestiduras protectoras.
Le ordenó a R. Daneel con disgusto repentino:
—No te acerques a esas líneas rojas. —Luego se corrigió mentalmente,
añadiendo con timidez—: Aunque supongo que a ti no te afectará.
—¿Es algo de radiactividad? —indagó Daneel.
—Sí.
—Entonces sí me afecta. Las radiaciones gamma destruyen el delicado equilibrio
de un cerebro positrónico. A mí me perjudicarían con mayor prontitud que a ti.
—¿Te matarían?
—Sería preciso dotarme con un nuevo cerebro positrónico* Como dos cerebros
no pueden construirse idénticos, yo sería un nuevo individuo. El Daneel a quien ahora
le diriges la palabra estaría muerto.
Baley le lanzó una mirada de duda encubierta.
—Nunca lo había sabido... Subamos por este declive.
—No se hace hincapié en el punto. Los espacianos desean convencer a los
terrícolas de la enorme utilidad de aparatos como yo, no de nuestras debilidades.
—Entonces, ¿por qué confesármelo?
R. Daneel le clavó una mirada preñada de compasión humana.
—Tú eres mi socio, Elijah. Debes conocer mis debilidades y mis tropiezos.
—Vayamos ahora por aquí —indicó Baley—. Es el camino de nuestro
apartamento.


Os sugiero que no perdáis la oportunidad de conocer a un autor que os hará reflexionar con un lenguaje directo y fácil a los pilares básicos de nuestra Humanidad, con sus logros y errores, como no podría ser de otra manera.

CHARLES BLAKE

    2 comentarios:

    1. El autor es magnífico, leí algunas de sus obras, pero ésta en cuestión la desconozco.
      Gracias por el aporte literario, fue muy interesante leerte. abrazos.

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    2. Aunque el autor no sea de mi devoción, con tus entradas, Mr. Blake, dan ganas de leerlo o releerlo. Siempre tienes buenas palabras para todos y tus críticas son siempre positivas y constructivas. Personas con tu talante no abundan y atraen a los demás.
      Siempre es un placer leerte y leer tus escogidas recomendaciones

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