A CADA UNO SU RESPUESTA
Un joven discípulo solicitó al Maestro iluminando el asistir en
silencio a las entrevistas que éste concedía a aquellas personas que
iban en busca de su consejo y sabiduría.
La primera visita fue la de un hombre que preguntó:
- Maestro, ¿Dios existe?
- Sí – fue la lacónica respuesta.
En la segunda visita una mujer también preguntó:
-Señor, ¿Dios existe?
- No – fue en esta oportunidad la contestación.
En una tercera visita un joven interrogó:
- Iluminado, ¿Dios existe?
En esta ocasión, el Maestro guardó silencio, y el joven se marchó sin una respuesta a la pregunta formulada.
El discípulo, desconcertado por la extraña conducta del Maestro, no pudo por menos que preguntarle:
- Señor, ¿cómo puede ser que a tres preguntas iguales hayas respondido de modo diferente cada vez?
- Lo primero que has de saber – contestó el Maestro – es que cada
contestación va dirigida a la persona que pregunta y por tanto no es
para ti ni tampoco para nadie más. Y lo segundo es que he respondido de
acuerdo con la realidad y no con las apariencias. En el primer caso se
trataba de un hombre en el que mora la divinidad pero que ahora vive un
momento de oscuridad y duda, por eso he querido apoyarlo. El segundo
caso se trataba de una mujer beata apegada a las formas externas de la
religión que ha descuidado a su familia por atender el templo, y por ese
motivo es bueno que aprenda a encontrar a Dios entre los suyos. El
tercer caso se trataba sólo de alguien que ha venido a verme por
curiosidad y sencillamente ha improvisado esa pregunta como podía haber
hecho cualquier otra.
"Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas"
MARIO BENEDETTI
Me gustó este relato. Creo que en mi trabajo lo aplico siempre, porque adapto el tratamiento a la persona que me consulta sin meterle rígidamente un tipo particular de terapia, aunque si tengo mi posición académica tomada.
ResponderEliminarAbrazos
Excelente aportación, querida amiga. Imagino que será muy común dependiendo del caso a tratar.
ResponderEliminarMe gustó el relato y se aplica con frecuencia....
ResponderEliminarLo aplicamos dia a dia.
ResponderEliminarUn saludo.