LOS MUNDOS DE SARA
Querido diario:
Te
pido disculpas de antemano por no haberte escrito durante todo este tiempo,
pero es justo reconocer que durante los dos últimos meses se ha producido tal
avalancha de acontecimientos, que me ha sido imposible acordarme de ti.
Decididamente ha sido un trimestre extraño, a
todas luces inusual y al mismo tiempo,
el más fantástico de mi vida. Si lo pienso bien, aún tengo un mar de dudas
sobre lo acertado o no de dejar mis vivencias grabadas a papel, pero soy
consciente de que, aunque estas líneas fueran leídas por miradas ajenas, no
pasarían de ser interpretadas como una parte más de mis fantasías y
extravagancias. De hecho, estoy
convencida que ni siquiera mis palabras serían
tomadas en serio y menos aún, que fuera creíble algo de lo que aquí dejo reflejado.
Me he convertido casi sin quererlo, en uno de
esos muchos personajes de la historia que han dejado plasmados sus
descubrimientos y que al mismo tiempo que se hacían públicos, un oscuro velo de
malintencionada ignorancia o diría más… solapado interés, caía sobre ellos
convirtiéndolos en algo superfluo o fuera de toda lógica. Muchos fueron
considerados locos, otros sencillamente irresponsables y en todos los casos, seres
irremediablemente incomprendidos. Si a todo lo dicho se le añade el ingrediente
de mi corta edad, las conclusiones son aún más evidentes.
Quizás mi intención solo sea la de dejar plasmada
alguna huella tangible de lo que viví, al menos para mí. Eso me permitiría
recordar cada día de mi vida que todo lo que pasó tenía una razón de ser y que
al fin y al cabo, no soy más que una chica afortunada. O quizás no, quién sabe.
Solo sé que cada noche, nada más cerrar los
ojos, acuden a mi mente las palabras de Akiro, con su mirada ruda y a la vez
serena, su oscura melena agitada por el viento y sobretodo… su sonrisa única.
En fin, no sabría bien ni cómo empezar. Mi
desasosiego no me deja pensar con claridad. Pero estoy decidida a no dejar
pasar ni un día más sin hacer nada. No deseo dejar en algún rincón del olvido
todo lo que viví.
Lo mejor sería empezar un tiempo atrás, es
decir, cuando era una niña como otra cualquiera, recién llegada a un nuevo
lugar, deseando que grite la sirena del colegio para ofrecerme la libertad y como no, que llegasen las ansiadas vacaciones para hacer realidad todas
las cosas que se me pasaran por la cabeza. ¡Tenía tanto por hacer!
Bueno, allá voy…
Encantada de pasear por aquí,
ResponderEliminary gracias por tu visita y tu comentario tan amable!
Veo que has escrito una novela, parece muy interesante!
ResponderEliminarGracias por compartir.
Feliz fin de semana
Pues muchas gracias querida amiga por acercarte por aquí. El placer es mío.
ResponderEliminarUn beso.
Por aquí leyendo.
ResponderEliminarUn abrazo.