Existen lugares en el mundo que, aunque pueda resultar difícil de creer, viven completamente olvidados, alejados al indiscreto ojo humano y, en consecuencia, cubiertos de una magia infinita que los hace únicos y especiales.
Algunos rincones creados por la ingualable grandeza de la madre tierra; otros por las manchadas manos del hombre según uno u otro fin para el que fueron creados. El caso, es que aunque pasen los años, los siglos o la misma eternidad, se convierten en espectadores inmóviles de nuestro breve paso pos la vida.
Desde no hace mucho, se empezaron a difundir imágenes en la red de recónditos lugares olvidados para deleite de la retina humana. Lugares donde pocos son los afortunados de haberlos conocido o que pueden presumir de haber estado.
Reconozco que siempre me sentí atraído por lo desconocido, por los hallazgos de formas y lugares puros en su esencia, y donde el hombre, ese que tiende a tomar todo lo que le rodea como suyo propio, aún no haya podido dejar sus huellas. Al mismo tiempo aprendí a valorar la soledad de lugares repletos de historia, recintos donde un buen día ocurrieron vivencias de personas como nosotros, hombres y mujeres que pasaron por la breve línea del tiempo como estrellas fugaces, a kilómetros de distancia de mi misma realidad, seres humanos que dejaron sus risas, voces y lamentos guardados en algún lugar de sus paredes.
Seguro de que aún se esconden más de los que se cuentan, me digné a saborear las bellas fotografías de una selección curiosa. En diferentes enlaces se hacía mención, casi por decisión consensuada, la selección de los diez, veinticinco o treinta y tres lugares más asombrosos del planeta.
La curiosidad humana tiende a cuantificar lo imposible, qué le vamos a hacer.
El ser humano, capaz de lo mejor y de lo peor, aúin sigue asombrándose de la belleza de lo creado. Algo es algo. Buen síntoma de esperanza en algunos de los que amamos nuestro planeta y a la raza humana.
Una de las imágenes de las que desconocía su existencia fue la del Cristo del abismo, en San Fructuoso, Liguria (Italia). Estatua colocada en el verano de 1954, a unos 17 metros de profundidad, y de 2,5 metros de altura en la misma bahía de esa hermosa región.
Por otra parte, quedé maravillado al contemplar el Gran agujero azul de Belice, considerado como un pozo gigantezco en la misma costa de Bélice. Mide 305 metros de ancho y tiene más de 125 metros de profundidad:
O el famoso Caño Cristales de Colombia. El río ha sido denominado El río de los cinco colores o también El río
mas hermoso del mundo; ya que en el fondo del mismo se producen algas de
colores como el rojo, el amarillo, el verde y el azul principalmente
dando una apariencia multicolor de extrema belleza:
Por otra parte, cómo no dejarse llevar por los recuerdos olvidados de
una casa abandonada en Irlanda, donde la naturaleza ha impuesto la vida
sobre las vetustas piedras; o un monasterio abandonado de Bélgica donde
las oraciones ,cantos y confesiones se perdieron en el silencio:
O las asombrosas instantáneas de lugares que parecen sacados de algún cuento o de los sueños más profundos:
LAPLAND. FINLANDIA
ZHANGYE (CHINA)
NAMIBIA
TÚNEL DEL AMOR (UCRANIA)
En fin, tantas y tantas imágenes por descubrir... Pero para acabar con este hermoso viaje, me quedaré con una de las menos atractivas pero más significativas:
El aeropuerto abandonado de Nicosia. Lugar de paso para miles de viajeros, turistas y otros tantos que no paramos en pensar lo efímero de nuestro viaje por el tiempo; caminantes sin rumbo fijo, con sello de caducidad en la inmensidad de un universo cargados de sueños, anhelos y esperanzas que terminaran algún día, depositadas sobre las sillas o habitaciones de un lugar llamado mundo, en soledad...
Pero recordad una cosa, la mejor huella de nuestro paso por la vida, no es otra que la que dejamos en quienes nos quieren, en los que nos acompañan en cada trayecto. Disfrutemos del lugar, del camino, del paisaje, del descubrimiento de nuevas metas, de lo hecho hasta ahora, del aire que respiramos.
Lo demás, solo quedará en un bello sueño llamado: recuerdo.
CHARLES BLAKE
Qué maravillosamente lo cuentas!!me quedo con "la mejor huella...la que dejamos en quienes nos quieren".
ResponderEliminarEres una ráfaga de aire fresco y cielo azul.
Un beso.