CHARLES BLAKE

Para soñadores que como yo, plasman sus pensamientos sobre un papel en blanco.

domingo, 31 de marzo de 2013

NOCHE ESTRELLADA



" Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad."

 

Jorge Luís Borges.

 Hermosas palabras de uno de mis autores preferidos.
¿Habéis pensado alguna vez cuántas personas merecen ser conocidas en lo que queda de nuestro trayecto? 
¿Cuántas esperan una sonrisa de nuestros labios?
¿Cuántas quieren ser oídas por tí y cuántas quieren oirte?
O quizás... sería correcto decir:
¿Cuántas nos esperan al bajar de cada andén? 

A veces, cuando paseo de noche con mi perrita, pienso que las personas son como las estrellas; algunas lejanas, distantes, a años luz de nuestras vidas... otras en cambio, casi pueden tocarse con los dedos. 
Unas brillan más, iluminan por donde van. Otras parpadean buscando nuestra atención. 
Algunas nos ofrecen su luz con solo oir nuestra voz. Otras se apagan, como vela consumida, a medida que pasamos tiempo a su lado. 
Algunas se asoman altaneras,  como soberbios faros babilónicos en noches de oscuridad. Otras asoman su fulgor casi de repente, inesperadas pero escondidas, entre las brumas y a la sombra de la media luna.
Todas y cada una de ellas, desfilan antes, durante y después de cada estación, de cada tramo de un río azul. Es probable que nuestros ojos tengan la oportunidad de familiarizarse con ellas. Algunas se harán cotidianas, cálidas y bienvenidas. Sin embargo, otras pasarán de largo, como cometas en  una noche de verano. Incluso desearemos que muchas permanezcan durante largo tiempo, vibrando encima de nuestras cabezas. Con otras... caerán lágrimas de cristal cuando dejen de ser admiradas. Algunas, las menos, ni las echaremos de menos cuando dejen de danzar ante nuestras pupilas.
Curioso es entonces de observar, que muchas nos ofrecerán su luz sin pedir nada a cambio y otras desearán que las admires por encima de todas las cosas.
En fin, quizá sea hora de mirar  al firmamento, abrir bien los ojos. Dicen que esta noche hay baile de estrellas...

CHARLES BLAKE

miércoles, 27 de marzo de 2013

1º PREMIO FOTOGRAFÍA WORLD PRESS

Justo encima de mis palabras, aparece la fotografía ganadora del prestigioso Premio World Press Photo 2013 en la categoría de Asuntos contemporáneos. Su autor, Micah Albert recoge de forma magistral la pose de una muchacha de Nairobi, Kenia en uno de sus escasos descansos. Según el propio autor, la muchacha,  que trabaja como recolectora de basura en un vertedero de 30 hectáreas, desearía tener más tiempo para leer los libros que se encuentra. ¡Ahí queda eso!
Pero permítanme la licencia de ir más allá. Desconozco por completo los criterios de selección que han permitido encumbrar dicha obra en el puesto más alto de una más que probable lista de candidatos. Entre mis muchas carencias, destaca la falta de conocimiento sobre la calidad de una instantánea. Y bien que me gustaría, por cierto. Pero les ruego que la observen detenidamente, los profanos en la materia y aquellos que seáis afortunados en el arte de la imagen. Contemplémoslas desde el prisma de una obra de arte, con los mismos ojos de quien saborea un óleo de Velázquez o de cualquier otro "monstruo" de la pintura. Evidentemente toda obra de autor busca una intencionalidad, pretende trasnmitir un mensaje o una emoción si cabe. Esforcémosnos en "descifrar" la situación, los objetos, el paisaje de fondo, la expresión de la chica, los ropajes que la visten y el cielo que la contempla.
Sinceramente, mi intuición me dice que tanto el prestigioso fotógrafo como la protagonista de la imagen, nos están pidiendo a gritos que abramos los ojos, que la mirada vaya más allá de las simples apariencias.
Yo lo he hecho y veo una preciosa metáfora de nuestra sociedad, de esa bien llamada aldea global capaz de devorarnos a nosotros mismos,a  nuestra esencia y a nuestra historia.
Mis ojos ven la condición del ser humano. Ese ser que se rebela contra las cadenas de la contaminación moral que nos acecha. Sentada sobre despojos, manchada de humanidad... y con un libro encontrado al azar que descansa en sus encallecidas manos.
¡Fíjense bien! 
Es muy probable que bajo esos fardos de deshechos, que bajo esa tierra manchada, se encuentren los orígenes de los valores humanos. Enterrados tristemente. Sin embargo, una amalgama de capas de prejuicios, de intereses creados, de corrupción política, de abuso de poder, de explotación infantil, de envidias... todo ello mezclado junto a  a restos de avaricia humana, de egoísmo, de consumismo etéreo, eliminación de vidas inocentes, creencias y fanatismos de origen religioso, social o político; componen un mosaico de decadencia absoluta, de destrucción de la belleza en un paisaje desolado, gris y falto de vida. La ciudad, la "virtuosa" civilización... allá al fondo, tras las colinas de enmarañados despojos y vegetación muerta.
Pero no quiero alarmarles, no es mi intención ensombrecer sus ánimos. Solo pido que ahora abran bien sus pupilas, analicen de una pasada la escena completa.
La pobre mujer se esfuerza por asomarse a la superficie. Se sienta sobre los restos de lo que hoy ES, sonríe levemente y sueña, entre páginas gastadas de un libro, en un mundo mejor, en lo que PUEDE ser mañana.
Les doy permiso para bendecir o malinterpretar mis reflexiones;  de compartirlas o de acusarme de ingenuo. Al fin y al cabo no son más que eso, pensamientos de un hombre. Quizás mis ojos hayan visto más lejos de la realidad; quizás hayan visto lo que quieren ver, engañando entre colores ocres, mis vanos sentimientos. Pero también es probable que bajo una imagen de desolación, podamos ver la luz. Detrás de una conclusión, haya una pregunta o que al final de la fría oscuridad, nos espere el calor del sol. Solo hay que fijar bien la mirada, abrir el corazón y sobretodo... por encima de todo, no dejar de Soñar. Yo, y perdonen mi insolencia, sigo viendo a un ser humano que se muere por ser: HUMANO.
Quien sabe si algún día, en cualquier campo del rincón más lejano de nuestro viejo mundo, encontremos una escena parecida a esta:

¿A caso importa el color de la piel, las creencias de sus padres o el lugar donde haya nacido?

CHARLES BLAKE

Dedicado a todos los que siguen soñando como hago yo, y especialmente a mi buen amigo Armando Manrique; escritor, poeta, fotógrafo y mil cosas más, por sus palabras de aliento y su amistad.
¡Va por vosotros/as!

domingo, 24 de marzo de 2013

¡IMPENSABLE!

Cuando  el pasado mes de octubre, decidí comenzar esta aventura, nunca pude imaginar las sopresas que me depararían. Comencé un blog por el mero hecho de compartir mis inquietudes y gustos literarios con aquellos y aquellas que pudieran sentirse identificados. No imaginaba ni por asomo, que me adentraba en un mundo donde muchas personas daban algo de sí mismos para disfrute de los demás. El hecho de "abrir" mis páginas de Tinta y Piel al resto de la bloggosfera, me dio la oportunidad no solo de compartir ideas y sentimientos sino que al tiempo, conocí blogs y personajes que me aportaron parte de lo que yo mismo quería dar. Poco a poco fui compartiendo entradas con conocidos, poco después con amigos, y finalmente con almas que se dignaron a acompañarme en este delicioso camino repleto de emociones y sentidos.
Mi impertinente curiosidad por todo lo que me rodea, esa fiel compañera que me ayuda a crecer día a día, me guió por páginas de poesías sublimes, de fotografías e imágenes que quedarán grabadas en mi retina para el recuerdo, de reflexiones y pensamientos que van más allá de las palabras, de historias y leyendas que hablan de mundos tan cercanos y al tiempo tan lejanos, de millones de reseñas que me acercaban más y más a libros que gritan por ser leídos... En fin, con cada esfuerzo que he realizado en este tiempo por germinar ideas y sentimientos en mi propio blog, he tenido el gran privilegio de encontrar 10.000 almas gemelas. ¡Inpensable! En escasos cinco meses, y con vuestras "visitas" a este rincón de mi casa, me habéis hecho sentir parte de un mundo de letras y sentimientos, parte de un mundo que se rebela contra las injusticias sociales, que reclama libertad, que canta al amor y la amistad, que llora cuando ve el sufrimiento ajeno, que se indigna ante la ignorancia de quienes se hacen saber los sabios de este tiempo, los líderes de nuestras vidas...pero por encima de todo, que cada día comparten algo de su existencia con amigos invisibles que desde la lejanía leemos en sus vidas. Es un verdadero placer caminar junto a vosotros/as: Autores de blogs, lectores empedernidos, devoradores de poesía, anónimos de las letras, amigos de la literatura, navegantes de la red en busca de conocimiento. Todos y cada uno de vosotros, con el simple hecho de estar ahí, hacéis que el camino se haga mucho más agradable.
Gracias por haberos conocido, gracias por dejarme leer vuestras creaciones o sencillamente por dejar vuestros  comentarios salidos del corazón, gracias a muchos y muchas por respirar tinta y piel aunque solo sea por un breve suspiro de vuestro tiempo, gracias por caminar de la mano.
¡DIEZ MIL GRACIAS!

CHARLES BLAKE

sábado, 23 de marzo de 2013

EPITAFIO PARA UN TERRANOVA

George Gordon Byron, sexto Barón de Byron, (Londres, 22 de Enero de 1788 – Messolonghi, Grecia, 19 de Abril de 1824), fue un poeta inglés considerado uno de los escritores más versátiles e importantes del ROMANTICISMO.
Un escritor de magnetismo indudable y polémico hasta cotas insospechadas.
Sin poner en tela de juicio su enorme talento artístico,  fue considerado por muchos como un individuo inconformista, poco convencional y hasta cierto punto irreverente con la sociedad inglesa de la época. De ahí que, siendo poseedor de un ejército de admiradores, podía competir de igual manera con un batallón de enemigos acérrimos que consideraron su vida, pensamientos y actos como poco decorosos.
Se podría escribir todo un volumen sobre la trayectoria vital de Lord Byron, pero en este caso en cuestión destacaré por encima de todo, sus dos grandes amores: la belleza y los animales. Su sensibilidad y afición por ellos, le hizo convivir con animales tan diversos como un zorro, loros, gallinas,una grulla egipcia, perros y hasta un enorme oso; que aunque parezca dificil de creer, llegó a esconderlo dentro de una institución de Cambridge donde estaba prohibida la entrada de animales.
Autor prolífico donde los haya, llegó a escribir unas sinceras palabras en la tumba de su fiel amigo (un precioso perro terranova de nombre Boatswain) que demuestran muy a las claras su peculiar forma de ser:

"Aquí reposan
los restos de una criatura
que fue bella sin vanidad
fuerte sin insolencia,
valiente sin ferocidad
y tuvo todas las virtudes del hombre
y ninguno de sus defectos".


Se cuenta que Boatswain compartió con su amo los años más felices de su existencia hasta que falleció por rabia en 1808. Desconsolado, Lord Byron ordenó construir en los jardines de su propia mansión, uno de los más impresionantes monumentos que un amo haya dedicado a su mascota.
En sus años finales, recogió en testamento el deseo de  que sus restos mortales descansaran en el panteón familiar junto a su perro.

De hecho, llegó a decir la famosa frase de: "Cuánto más conozco a los hombres... más quiero a mi perro".


¡Y cuánto podemos llegar a coincidir algunos en sus pensamientos con solo mirar algunos especímenes de nuestra "raza"!
CHARLES BLAKE 


 

martes, 19 de marzo de 2013

EL GRAN DESCUBRIMIENTO

Dos de las más importantes características del ser humano a lo largo de la Creación, han sido la necesidad de escribir y la de dibujar.
Para ello, entre los materiales más utilizados a lo largo de su propia historia, ha destacado por encima de todos el PAPEL. Quizá muchos de nosotros no hayamos caido en la cuenta de que desde su descubrimiento hasta la época actual, donde podemos comprar a un precio medianamente asequible un paquete de folios, ha sucedido una larga evolución que recorre gran parte del Continente.
Se cree que la invención de la escritura y de la numeración fueron inducidas por la necesidad de inventariar y contabilizar los excedentes de cosechas almacenados en épocas de bonanza por las primitivas culturas sedentarias y agrícolas de Mesopotamia, pero no es hasta el año 3000 a.C. cuando se estima que se descubrió, por parte de los egipcios, de la técnica de obtención de hojas de fibra rudimentarias, las cuales podían ser empleadas para la escritura. Estas hojas estaban confeccionadas a partir de una planta que crecía a la orilla del río Nilo, el papiro. El proceso de obtención de papel consistía en cortar los tallos de papiro y dejarlos reblandecer durante más de 30 días en las fangosas aguas del Nilo, aumentando entonces su flexibilidad. Una vez retiradas del agua, se disponían las fibras de forma entrecruzada, y formando ángulos rectos entre ellas, sobre una rejilla del mismo material y se dejaba secar al sol o cerca de una hoguera hasta su completo secado. El resultado era un soporte propicio para la escritura y de un peso y dimensiones óptimas para su manejo y transporte. El proceso era lento, pues los moldes no se podían reutilizar hasta que la anterior hoja no se hubiese secado, lo que suponía una lenta producción. Aún así, el papiro fue utilizado tanto por las civilizaciones egipcia como griega y romana en lo sucesivo para recoger valiosos textos jurídicos y espirituales. 

PLANTA DEL PAPIRO EGIPCIO
Antes de la invención del papel, en China se utilizaron diferentes formatos para escribir, tales como los caparazones de tortuga, los huesos de animales, tablillas de bambú y sedas. Tanto los caparazones de tortuga como el bambú eran materiales muy pesados y dificiles de transportar, al tiempo que la seda era muy caro y no estaba al alcance de toda la población. Durante los albores de la dinastía Han del Oeste, se logró producir el papel a partir de una composición de cáñamo y ramio, sin embargo, este material resultó bastante tosco e inapropiado para la escritura.
Ts`ai Lun inventó el papel en el año 105 DC, en China, a partir de desperdicios de tela. En esa época era el jefe de los eunucos del Emperador, y estaba al frente de los suministros de la Casa Real. Ts'ai Lun fue el primero en organizar la producción del papel a gran escala, y se las arregló para conseguir las patentes exclusivas para hacerlo. China en ese tiempo era ya una sociedad burocrática que requería documentos en abundancia para llevar sus registros por escrito. Estaban sentadas las bases para el desarrollo de un material más ligero, fácil de almacenar y transportar que las existentes tablillas de madera o las telas de seda.
Asi, los chinos desarrollaron un buen número de especialidades de papel, ya sea de diferentes tamaños, con protección contra insectos, etc. Sin embargo, tuvieron problemas para satisfacer la gran demanda que había para administración del gobierno. Entonces usaron fibra de bamboo para su fabricación.
 A partir de ahí, el conocimiento de la técnica papelera fue avanzando hacia occidente, pasando por Asia central, Tibet, India, hasta llegar a manos de los musulmanes, los cuales, en su expansión por Asia Menor, y el norte de África fueron introduciendo el papel en sus dominios y mejorando la técnica. La entrada del papel en Europa se realizó en el siglo VIII, con la invasión árabe de España. Se tienen noticias de que el primer centro de producción de papel en Europa estaba situado en Xátiva, en España (ahí queda eso), y fue fundado alrededor del año 1000. Tras la expulsión árabe de la península ibérica, el conocimiento de la técnica del papel fue exportada hacia la Europa cristiana, existiendo importantes centros de producción de papel en Italia en el siglo XIII, en donde se introdujeron importantes mejoras, como la utilización de la energía hidráulica en el proceso de fabricación, las prensas con alimentación continua,... A partir de esas fechas, la importancia del papel en toda Europa como medio de comunicación y expresión fue en espectacular aumento, por lo que el pergamino (pieles tratadas de animales), sucesor del papiro, cayó inmediatamente en desuso. La expansión del papel por Europa siguió por Francia, país que se convirtió en gran productor y exportador, y por Alemania. 
No es  Hasta el año 1720 cuando el francés Ferchault de Reaumur sugirió que podría utilizarse la madera como fuente de fibras vegetales para la confección del papel. Otro de los inconvenientes existentes, la lentitud en la fabricación de papel fue resuelto a finales de siglo, cuando apareció la primera máquina de producción continua de papel, inventada por Nicholas Robert y comercializada por los hermanos Fourdrinier. A partir de ese momento la velocidad de obtención de papel aumentó considerablemente, y la automatización de todas las tareas fue un hecho en la mayor de las fábricas papeleras, siendo, pudiéndose obtener grandes bobinas de papel en un proceso en cadena continuo, el cual era fácilmente transportable y utilizable por las editoriales. A su vez, el problema de escasez de materias primas se acabó cuando en el año 1850 el alemán Friedrich Gottlob Séller (siempre los alemanes) concibió un método para obtener papel a partir de la pulpa de madera, método perfeccionado más tarde por los descubrimientos de técnicas de obtención de pulpa a partir de la madera mediante métodos químicos, tales como el método al sulfito y al sulfato.
  Los nuevos campos de investigación en nuestros días se basan en la posibilidad de mejorar los procesos ya existentes, descubrir nuevos procesos para utilizar mayor diversidad de materias primas, tanto nuevas especies vegetales accesibles, como desechos forestales o materiales reciclados. 
Un largo camino, como habéis podido comprobar, que nos ha permitido transmitir nuestra cultura, sueños y pensamientos, más allá de lo imaginable.
Al fin y al cabo, el ser humano nos demuestra que en ocasiones,  es capaz de construir conocimiento y no de "destruir" lo ya creado. Espero que os haya sido de utilidad!!!!

CHARLES BLAKE


jueves, 14 de marzo de 2013

¡Y SI DICEN...!

Una antigua leyenda cuenta que un anciano y un niño  viajaban con un burro de pueblo en pueblo.
Llegaron a una aldea caminando junto al animal y, al pasar por la plaza, un grupo de mozalbetes se rió de ellos, gritando:
–¡Mirad que par de tontos! Tienen un burro y, en lugar de montarlo, van los dos andando a su lado. Por lo menos, el viejo podría subirse al burro.
Entonces el anciano se subió al burro y prosiguieron la marcha. Llegaron a otro pueblo y, al pasar por el mismo, algunas personas se llenaron de indignación cuando vieron al viejo sobre el burro y al niño caminando al lado. 
Dijeron:
–¡Parece mentira! ¡Qué desfachatez! El viejo sentado en el burro y el pobre niño caminando.
Al salir del pueblo, el anciano y el niño intercambiaron sus puestos.
Siguieron haciendo camino hasta llegar a otra aldea. Cuando las gentes los vieron, exclamaron escandalizados:
–¡Esto es verdaderamente intolerable! ¿Habéis visto algo semejante?
El muchacho montado en el burro y el pobre anciano caminando a su lado. - ¡Qué vergüenza!
Puestas así las cosas, el viejo y el niño compartieron el burro. El fiel equino llevaba ahora el cuerpo de ambos sobre sus lomos. Cruzaron junto a un grupo de campesinos, y éstos comenzaron a vociferar:
–¡Sinvergüenzas! ¿Es que no tenéis corazón? ¡Vais a reventar al pobre animal!
El anciano y el niño optaron por cargar al burro sobre sus hombros. De este modo llegaron al siguiente pueblo. La gente se apiñó alrededor de ellos. Entre las carcajadas, los pueblerinos se mofaban gritando:
–Nunca hemos visto gente tan boba. Tienen un burro y, en lugar de montarse sobre él, lo llevan a cuestas.
! Esto sí que es bueno! ¡Qué par de tontos!

Al llegar a un puente, el ruido de la multitud asustó al animal que empezó a forcejear hasta librarse de las ataduras. Tanto hizo que rodó por el puente y cayó en el río. Cuando se repuso, nadó hasta la orilla y fue a buscar refugio en los montes cercanos. 
El anciano, triste, se dio cuenta de que en su afán por quedar bien con todos, había actuado sin el menor seso, y lo que es peor, había perdido a su querido burro”.


Siempre he pensado que el ser humano es como una esponja en sus interacciones sociales; capaz de absorver todo lo que llega a su alrededor para asimilarlo poco después a través de emociones o sentimientos. Por un lado nos encontramos aquellos que muestran una "sincera" preocupación por las acciones de los demás, sin pararse ni un solo instante en mirarse a sí mismos. Por otra parte, tenemos a los individuos influenciables, capaces de interpretar la vida con los ojos de los demás y no con los suyos propios. Los menos, aprenden a vivir ajenos al qué dirán. Simplemente se esfuerzan en ser tal y como son, con sus defectos y virtudes.
¿Cuántas veces hemos escuchado en la mayoría de las personas decir que "no me importan lo que digan"? Sin embargo, aún sabiendo que la decisión era correcta,  realizan acciones contradictorias para conseguir la aceptación de los demás hasta el punto de alejarse de sus principios y llegando a convertirse en esclavos de los principios de "otros". Renuncian a su verdadera autenticidad en pos de un reconocimiento o una palmada
en el hombro que a veces ni siquiera llegará.
Como decía la escritora Lucía Etxebarría al recibir la desagradable carta de una mujer: "El caso es que ni yo ni nadie estamos siempre a la altura de las expectativas de los demás, y soy perfectamente consciente de que no existe una persona cuyo comportamiento encuentre impecable, de forma unánime, el resto de las personas que le rodean. El hecho de que yo sea una figura pública no me hace inmune a esta verdad de la vida. Nadie puede complacer a todo el mundo. Digamos lo que digamos, y hagamos lo que hagamos, siempre habrá un porcentaje de gente en desacuerdo con nosotros. Por esta razón, no me tomo la carta de esta mujer como algo personal y no me siento herida ni ofendida, ya que entiendo que en la vida hay que aceptar que mucha gente no nos comprenderá. Y que nosotros, por nuestra parte, tampoco comprenderemos a mucha gente. De hecho, la comprensión fundamental radica precisamente en comprender... que no comprendemos".
En consecuencia, creo sinceramente que como seres sociales que somos, no debemos caer en el error de hacer caso a las opiniones que los demás vierten sobre nuestra persona, así como que no deberíamos dar mayor importancia de la que tiene, el  hecho de que una persona nos juzgue desde un punto de vista totalmente subjetivo.
No sé vosotros, pero si ya es difícil encontrar el propio camino de la felicidad, más lo será si vendemos nuestra autoestima al mejor postor. No somos perfectos, infalibles... ni estamos en posesión de la verdad absoluta,  pero ¡cuidado!: tampoco somos figurillas de arcilla que se moldean a gusto del consumidor. No necesitamos la aprobación del respetable para saber si lo que hacemos está bien o no. 
Al fin y al cabo, si no somos sinceros con nuestro yo... ¿Podemos serlo con los demás?


                                                         CHARLES BLAKE

martes, 12 de marzo de 2013

DAME, DAME LA NOCHE DEL DESNUDO

Hoy quisiera presentaros a un poeta de mi tierra. Alguien capaz de desnudar el alma con la dulce melodía de las letras. Os hablo de Antonio Carvajal ( Granada 1943),  considerado como uno de los poetas mayores de la actual poesía española y excelente representante de su Generación, la del '68. 
Autor de más de una veintena de libros, fue galardonado con el  Premio Nacional de la Crítica en 1990 y el Premio Nacional de Poesía en 2012.

 Notable renovador de la tradición poética andaluza, artífice de una versificación depurada e innovadora, ha seguido fielmente, desde su primer poemario, la línea de la poesía barroca uniéndola magistralmente con una técnica moderna donde el amor platónico ocupa un lugar privilegiado. Quiero deleitaros con uno de sus poemas que más me emocionó. Espero que lo degusteis con la delicadeza del dulce néctar de los dioses:


 Dame, dame la noche del desnudo...
 
Dame, dame la noche del desnudo
para hundir mi mejilla en ese valle,
para que el corazón no salte, y calle:
hazme entregado, reposado y mudo.

Dame, dame la aurora, rompe el nudo
con que ligué mis rosas a tu talle,
para que el corazón salte y estalle:
hazme violento, bullidor y rudo.

Dame, dame la siesta de tu boca,
dame la tarde de tu piel, tu pelo:
sé lecho, sé volcán, sé desvarío.

Que toda plenitud me sepa a poca,
como a la estrella es poco todo el cielo,
como la mar es poca para el río.


CHARLES BLAKE


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sábado, 9 de marzo de 2013

PENSAMIENTOS DE UN PEREGRINO




Empieza a nublarse el cielo y acelero el paso.
La madurez: Punto de máximo sabor de un fruto. Sensatez, cordura…
El camino se ofrece al frente; extenso, interminable.
Marcho a buen ritmo, no me quejo. De cuando en cuando, me vuelvo y  echo la mirada atrás. ¡Qué lejos queda todo! Pienso, evalúo y decido continuar. Llevo los bolsillos cargados, aún puedo notar su peso.  Algunas cosas acabo de recogerlas del camino, otras son ya parte de mis pertenencias. Las llevo desde hace mucho. Palpo el bolsillo derecho y me encuentro unos gramos de esperanza, fotografías de los míos, una pizca de sabiduría y una dosis de paciencia. Esta última la acaricio con ternura. Debo guardarla bien. Los tiempos siempre cambian y no debo perderla así como así. Al fondo, si alargo bien uno de mis dedos, sé que me queda una buena dosis de amor. Sonrío al sentir su calor. Eso me reconforta.
Rozo mi bolsillo izquierdo, con recelo; ese me da más respeto. Lo acaricio porque forma parte de mi cuerpo, parte del trecho recorrido. En él hay unas cuantas piedras de imprudencia, un saquito de errores y un mucho de sinsabores. También hay recuerdos; algunos agradables y otros que no merecen ser revividos, unos que pesan mucho y otros que dejaron de hacerlo. Pertenecen al pasado. Necesito tocarlos… saber que siguen ahí. No debo olvidarlos.
Miro de nuevo al frente. Parece que va a llover.
Algunas cosas se  perdieron en la vereda. La inocencia debió escaparse poco a poco, casi sin decir adiós. Un pequeño roto en la tela debió provocar que se fuera desgranando como arena del desierto. Lo mismo ocurrió con los miedos, pero ésos los debí olvidar sin poner empeño. Recuerdo que también perdí un trocito de ambición. Lo debí hacer unos cuántos kilómetros más allá. Tantas tormentas y el frío invierno provocaron que se escabullera de puntillas. Resoplo. Aún queda algo.
Ahora un breve suspiro.
 Hace mucho que dejé caer la arrogancia, ese adorable perfume que nos hace creer invencibles. La dejé junto a un árbol dónde otros lo hicieron antes. No la echaré de menos.
Las primeras gotas no se dejan esperar. Pronto la tierra olerá a  tierra. La hierba olerá a hierba. Pero el hombre, ese que camina erguido, seguirá oliendo a mundo, como todos.
Me aseguro bien la mochila. Llevo tiempo tirando de ella. Me acostumbré a sentirla sobre mi espalda hace demasiadas noches. No recuerdo cuando empezó  esa sensación. Con cada paso dado, notaba que se iba haciendo más y más profunda. Viene repleta de esperanzas, un gran madero de voluntad y un pellizco de sentido común; pero al mismo tiempo sobrellevo una bolsita de pérdidas ¡Cuánto echo en falta ver dormir a mi hijo cada noche! Pérdidas, sí. Cosas que siguen estando ahí pero que dejan de ser tangibles. También llevo  un buen paquete de fracasos y frustraciones, de decisiones equivocadas, de sentencias que no merecí, un ovillo de inseguridades y más al fondo, cubierto entre mantas de superación y rebeldía…un mucho de cansancio.
Hace tiempo que aprecié las primeras arrugas, esos pequeños surcos que recorren mi expresión del alma. Parte del cabello perdió su color e incluso es probable que se  haya apagado algo de ese brillo que mis ojos lucieron. Las piernas… siguen el paso, pero les falta el vigor de antaño. Apoyo la palma de mi mano en el pecho, donde guardo el corazón. Éste sigue latiendo, a excelente ritmo diría yo. Me consuela saberlo.
De cuando en cuando la pendiente me obliga a parar. Necesito tomar un respiro. Divisar el horizonte desde la quietud. Aún queda mucho. Se despereza el viento, caracolea con mis cabellos, noto cómo acaricia, suavemente, mi cuello desnudo. Hoy parece que tiene ganas de jugar. Existe más complicidad entre nosotros. Quizá quiera  hablar conmigo, susurrarme sus secretos.  Entonces decido hablarle.
-        -   ¿Hacia dónde me llevas?
-          - ¿Acaso es importante? –me responde.
-        -   Pero necesito saber que hay detrás de esas montañas –le insisto.
-        -   ¿Ves las montañas? – hace una pausa- Entonces tú mismo lo comprobarás.
-        -   Pero… ¿queda mucho para llegar?
-        -   El necesario…
-        -   Pero  dime al menos porqué a veces el camino es tan amplio que podría correr de un lado a otro y otras, en cambio, no consigo atravesar su estrechez.
-        -   Probablemente porque así lo ven tus ojos.
-         -  ¿Y porqué a veces siento desfallecer? Noto que mis piernas no responden como antes lo hicieron.
-       -    Porque si no lo hicieran, ya nada sería igual. Te indican que sigues vivo, que te esfuerzas por continuar.
-    -  Agradezco tus palabras querido amigo, pero llevo mucho pensado. Quizá no sea necesario recorrer tanto esfuerzo. Ya le canté muchas veces a la luna. Recité hermosas palabras al sol. Mil historias les conté a las flores del camino. Incluso creo que llegué a gritar a los grandes valles. ¿Para qué sirvió?
-     -     Probablemente tu problema sea  que te haces demasiadas preguntas. Te diré un secreto, algo que jamás fue contado para muchos: lo verdaderamente importante no es a dónde llegarás. Ni siquiera es preciso saber cuándo lo harás. No será necesario conocer el cómo lo conseguiste o las heridas que surgieron. Lo importante es que hay un CAMINO por recorrer, y tus pies… siguen andando uno detrás del otro. Tu alma necesita encontrar, y tu piel necesita sentir. Sigue pues, hacia el frente. Abre bien los ojos y no dejes nada al azar. Disfruta del trayecto en todo lo que éste te pueda ofrecer...

Se hace de nuevo el silencio. Parece que el viento se aleja hacia aquellas nubes oscuras. Quedaban más preguntas... pero aún hay camino para el reencuentro. Alzo la vista a las lejanas tierras. El cielo sigue gris, triste y plomizo; pero creo que unos pasos más allá, si sigo a buen ritmo, dejaré las nubes muy atrás. Seguro que me espera buen tiempo. Con un poco de suerte, es probable que el sol me esté esperando.
Acelero el paso. Buscaré nuevos versos que  alegren su espíritu. Si le gustan… puede  que me dedique una de sus infinitas sonrisas.

CHARLES BLAKE

jueves, 7 de marzo de 2013

EL NOMBRE DEL VIENTO

" Me llamo Kvothe, que se pronuncia "cuouz". Los nombres son importantes porque dicen mucho sobre la persona. He tenido más nombres de los que nadie merece...
He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la universidad a una edad a la que la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.
Quizá hayas oído hablar de mí"






El último libro que cayó en mis manos perteneciente al género fantástico (del que siempre me sentí atraído) fue "El nombre del viento". El prólogo nos deja claro desde el principio que estamos tratando sin duda de un libro muy singular. Su autor: Patrick Rothfuss. Escritor estadounidense y profesor adjunto de lengua y filología inglesa en la Universidad de Wisconsin. 
La novela en cuestión y publicada en el año 2007, no llegó hasta pasados dos años al mercado español. Llegaba acompañada de cantos de sirena y pronto se empezó a hablar del talento narrativo de este autor, comparable si cabe, a personajes de la talla de Tolkien o George R. R. Martin.
El caso es que no ha sido hasta estos días, cuando decidí ponerme manos a la obra y leerme de "un plumazo" las casi 900 páginas de esta primera parte de una trilogía que bien merece la pena.
Es una historia curiosa, de principio cautivadora, que crea grandes expectativas... pero que se va desgranando poco a poco hasta llegar a hacerse tediosa en algunos momentos. No deseo que se me mal interprete. Deja cabos sueltos, carece en muchos momentos de acción y nos da la sensación de quedar diluida como el azucarillo en el café. Pero indudablemente, es justo reconocer que me atrajo desde el primer momento por la fuerza narrativa de este escritor, por el acertado uso descriptivo de las emociones del personaje y principalmente por su justificación más que aceptable de que algo tan fantástico como puede ser la magia, puede tener una razón de ser a nivel científico. El desarrollo de la historia se acomete desde dos puntos de vista diferenciados: el del narrador y el del propio personaje principal. Por otro lado, el ambiente creado a partir de un mundo épico ficticio, es conseguido a la perfección convirtiendo al lector en espectador privilegiado de una "realidad" que logra envolverle. 
Todo empieza en una taberna. Durante tres días y tres noches, el protagonista contará sus vivencias desde la misma infancia. Un cronista será testigo de sus palabras y hará públicas sus hazañas.
Asímismo, el personaje principal, es enfocado como contrapunto entre el héroe por excelencia con dotes sobrenaturales y el ser humano con limitaciones y sentimientos profundos. ¿Qué cuál es de los dos? Aconsejo al lector que se sumerga entre sus páginas y saque sus propias conclusiones.
Una cosa es bien cierta.... no os dejará indiferentes.

CHARLES BLAKE


miércoles, 6 de marzo de 2013

"GALLETITAS"

 

A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.
Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.

Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente.

La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.

Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita.
La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.
El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.
Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. " No podrá ser tan caradura", piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.
Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.

- ¡Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.
- De nada - contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.
El tren llega.
Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: " Insolente".
Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas...  ¡Intacto!

Autor: Jorge Bucay.



En nuestra sociedad "civilizada", comprobamos que muchas personas son discriminadas por motivos de raza, sexo, orientación sexual, discapacidad,   por padecer enfermedades como el SIDA, trastornos mentales o simplemente porque las consideramos diferentes a nosotros. Para que se produzca la discriminación, es necesario por tanto ver a la persona discriminada como  parte de un grupo o colectivo por el que se siente rechazo o desagrado.
La base de la discriminación suele encontrarse casi siempre en los estereotipos, que son creencias, ideas y sentimientos negativos o positivos hacia ciertas personas pertenecientes a un grupo determinado. Cuando se realiza una valoración negativa de un grupo en base al estereotipo, el resultado es el prejuicio. Cuando los prejuicios llevan a una persona a actuar de un modo determinado respecto al grupo o individuo prejuzgado, el resultado es definitivo: la discriminación. 
Siempre he creido que el ser humano es muy dado a crear una imagen de la persona mucho antes de dignarse a conocerla en profundidad. De ahí que en muchas ocasiones juzgemos a nuestros semejantes como personas dignas de confianza o por el contrario, las consideremos negativamente sin llegar si quiera a conocerlas del todo. Recuerdo un anuncio de hoteles en televisión que me llamó muchísimo la atención. Una chica en albornoz y con una toalla en la cabeza, se cruza en la piscina del hotel con un joven de barba poblada, pelo salvaje y una pequeñísima toalla cubriendo su cuello. Las miradas se entrecruzan y la atracción surge de inmediato. La siguiente escena nos muestra como coinciden nuevamente en el ascensor pero ahora totalmente vestidos. 
La sonrisa se dibuja en ambos rostros cuando comprueban que el uno viste elegantemente traje de ejecutivo y ella por el contrario presume de corte de cabello moderno y ropas extrovertidas. Dos mundos opuestos que se descubren por azar, sin diferencias, sin tapujos... por el simple hecho de encontrarse en su "desnudez".

Quizá debiéramos aprender a "ver"  a las personas ante que dignarnos a mirarlas.
CHARLES BLAKE 
  
"Un gran número de personas piensan que están pensando, cuando no hacen más que reordenar sus prejuicios"

WILLIAN JAMES (Filósofo estadounidense)

domingo, 3 de marzo de 2013

JACINTO BENAVENTE


Un buen día, Don Jacinto Benavente, escritor célebre por su fecunda obra teatral, recibió la visita de un conocido suyo, el cual no tenía gran éxito como dramaturgo.
Durante el recorrido por la casa, el  invitado quedó asombrado por la amplia biblioteca que poseía el Premio Nobel y exclamó:
- ¡Vaya, Don Jacinto! Con tantos libros ya se pueden escribir buenas comedias...
Benavente le respondió agudamente:
-Pues adelante, amigo mío, no pierda más tiempo. Están a su disposición.


NOTA: Como decía Jorge Luis Borges: 
 
 El tema de la envidia es muy español. Los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: "Es envidiable".

CHARLES BLAKE